En estos días, andamos algunos compañeros y yo en un interesante debate sobre el uso que los ciudadanos hacen de los servicios de salud, la importante presencia de demandas supuestamente injustificadas, y la aparente necesidad -que algunos postulan como "la gran solución al problema"- de que los "políticos" emitan mensajes que insten a la población a realizar un uso adecuado de los servicios sanitarios.
Algunos hablan de "educar" a la población en el uso racional, verbo que al menos a mí, me resulta como poco desafortunado, toda vez que cualquiera de las acepciones que otorga el diccionario me parece de difícil ajuste al contexto que nos ocupa.
Algunos hablan de "educar" a la población en el uso racional, verbo que al menos a mí, me resulta como poco desafortunado, toda vez que cualquiera de las acepciones que otorga el diccionario me parece de difícil ajuste al contexto que nos ocupa.
educar.
2. tr. Desarrollar o perfeccionar las facultades intelectuales y morales del niño o del joven por medio de preceptos, ejercicios, ejemplos, etc.. Educar la inteligencia, la voluntad.
En concreto, en Atención Primaria, el debate siempre está sobre la mesa, por tratarse del dispositivo asistencial más accesible y más cercano a la ciudadanía, sobre todo en entornos rurales, aunque también está presente en el escenario de las Urgencias Hospitalarias. Justo en línea con este tema, me tropiezo con el post de Vicente Baos en "El Supositorio", donde nuestro compañero nos ofrece un elocuente pantallazo que ilustra con bastante fiabilidad la sensación que a veces sentimos los profesionales.
Como es un debate abierto, dejo algunas preguntas que entiendo deberíamos responder antes de ir a lo fácil, que a menudo consiste en adjetivar a la ligera determinadas situaciones de demanda clínica, o pensar que una acción informativa por parte de las instituciones podría constituir la panacea de la efectividad:
Como es un debate abierto, dejo algunas preguntas que entiendo deberíamos responder antes de ir a lo fácil, que a menudo consiste en adjetivar a la ligera determinadas situaciones de demanda clínica, o pensar que una acción informativa por parte de las instituciones podría constituir la panacea de la efectividad:
- ¿Sabemos de qué hablamos cuando usamos la expresión "uso inadecuado"?
- ¿Sería posible establecer los criterios que lo definen?
- ¿Serían criterios homogéneos que podríamos aplicar a todos los pacientes?
- ¿Dicha herramienta debería medir "abuso y demanda injustificada" o necesidad percibida por el paciente? ¿Todos los pacientes son igual de competentes para su autocuidado y tienen igual de desarrolladas las estrategias de afrontamiento?
- ¿No es cierto que la etiqueta "uso inadecuado" la ponemos desde nuestro conocimiento como profesionales y sólo después de haber valorado al paciente? ¿Queremos pedirle al cualquier paciente que tenga la misma capacidad que nosotros para decidir si una demanda está justificada?
- ¿De verdad pensamos que alguien hace un uso inadecuado conscientemente?
- Cuando hablamos de esto... ¿Cuestionamos el uso que se hace de la oferta sanitaria o la propia oferta? Si cuestionamos la oferta entonces el debate es otro. ¿Hablamos de reducir oferta y accesibilidad?
- ¿Qué mueve a un paciente a demandar ayuda a un profesional, la necesidad de ayuda percibida o la supuesta voracidad consumidora de servicios?
- Si el sistema debe lanzar un mensaje...¿Dentro del sistema, quién es elemento más cercano al paciente, con quién tiene una relación de confianza, y la superficie de contacto del ciudadano con dicho sistema?
- Debatimos sobre quién debe dar el mensaje: ¿El debate no será "qué mensaje hay que dar"?
- ¿Es efectivo un mensaje instando al uso racional si nadie es consciente de hacer un uso irracional?
- Es cierto que las consultas se llenan de procesos de baja complejidad susceptibles de autocuidado, a las que etiquetamos como "uso inadecuado". ¿Cuántos pacientes no consultan presentando el mismo cuadro? ¿Por qué no lo hacen, por civismo, o porque han adquirido habilidades para gestionar su salud y afrontar los procesos?
- ¿No será más efectiva una estrategia basada en el empoderamiento (qué poquísimo me gusta esa palabra) del paciente para manejar su salud frente a un mensaje de alta inefectividad basado en algo de lo que casi nadie es consciente?
Ahí lo dejo.
Joder!! Es que haces muchas preguntas como para contestarlas todas. Solo voy a repreguntar sobre una que has hecho que me parece capital: ¿Cree el usuario que su demanda es injustificada? ¿Es capaz de aguantar lo que haya que aguantar de cola y esperas para una demanda de "chichinabo"? Lo mismo es que algo no hacemos bien desde el principio... y los pequeños detalles para nosotros insignificantes son mas importantes para el usuario de los que pensamos... un ejemplo simple puede ser la letra del sanitario de turno.
ResponderEliminarjaja, es cierto, usar la figura retórica de presentar el argumento mediante una sucesión de preguntas puede abrumar al lector...
ResponderEliminarEs muy importante lo que dices... empatía.